17.5.10

Rosario Bléfari, Ultra bar

Rosario Bléfari, Ultra bar, 15 de Mayo de 2010


Es llegar al bar y ver poca gente. Todavía me pregunto por qué Rosario Bléfari y su música no es más popular. Tiene todo para serlo, pienso. Pero no lo es. Todavía parece arte para pocos, o para entendidos, o para artistas. Los discos que ella y sus músicos protagonizaron, desde la época de Suárez, constituyen una búsqueda musical, una declaración de independencia artística, y, por sobre todo, un placer.
Anunciado como "show eléctrico", vamos preparados. Se sabe que la banda ha crecido en energía y comunicación interna. Hay entonces expectativa de sonido, frenesí, y más placer. Pero la pregunta surge igual: seguimos siendo pocos. Buenos Aires le es esquiva a Rosario. Y lo digo y me hago cargo: no hay banda que suene así hoy en Buenos Aires.
El bar Ultra está en la zona conocida por los festejos de San Patricio, ese evento aprovechados por alcohólicos de toda laya que luego destruyen el patrimonio público. Ahí, cerca de Retiro, a la vuelta del uno de los shoppings más conchetos de Buenos Aires. Edificio de aspecto antiguo, con grandes puertas vaivén acristaladas. La barra, el piso de madera, algunos sillones, televisores viejos que forman decoraciones de video clip de los 80. Al fondo, una pequeña tarima, y los instrumentos ya dispuestos. Arriba, un balcón. Marcela me hace notar que Rosario siempre toca en lugares abalconados: el Salón Real, Casa Brandon, Ultra Bar. Como si quisiera ver a la gente llegar, sus humores, su disposición.
Nos sentamos en una de las mesas. Vemos cómo el bar se puebla, poco a poco. Escuchamos la música de estilo chill out, que siempre en estos lugares suena como lejana, como si en realidad el parlante estuviera en la habitación de arriba. Pedimos bebidas, hablamos de bueyes que se han perdido, de la decoración, del trabajo, de...

Primero sube Javier Marta. Ya está serio, ya se le marcan las venas en los brazos. Enchufa, y la electricidad se asoma por los parlantes. Después los demás, incluída Jésica, la bajista, nueva en la banda, que parece tener cara de susto. La música del bar sigue sonando, la gente se junta bajo el escenario, formando una tímida medialuna. Rosario está sonriente, como siempre, mientras observa la lista de temas, extendida a sus pies. Es como un chico, saltarín, alegre, curioso, que va entrando en trance. Y el esperado tac tac tac de Pablo Córdoba, el baterista, es la largada oficial.
La banda es una locomotora. La banda es un camión con acoplado a alta velocidad. Javier y Pablo se amalgaman en fuerza, efectividad, timing. Se diría que son ellos los que generan la electricidad que da vida a sus instrumentos, se diría que son ellos los que van cargando los sistemas eléctricos de nuestros cerebros. Rosario se mueve un poco, y canta. Su voz suena detrás del ferrocarril, ese increíble sonido que le aporta seguridad a su canto. Su voz expresiva se hace pequeña, pero no podría ser de otra manera, porque a ella le encanta así. Parece que se esconde detrás de su armónica y sincopada pared. Parece que buscara las hendijas para mostrarse, y, cuando salta hacia nosotros, se revela como una especie de clown, de fiera no menos eficaz que sonriente.

Estos shows me magnetizan, me aportan combustible, me elevan o hunden según donde tenga mi corazón (aún no he hallado mi alma, a esta altura estoy convencido de que no tengo). Pero veo rostros. Veo movimientos. Veo que alguien filma, o que saca fotos. Y escucho los aplausos al final del primer tema, del segundo, del tercero. Son tibios, no hay alaridos, chiflidos. Algunos cantamos, otros bailan. No mucho más. Y la banda sigue dándolo todo. ¿Estarán pensando en otra cosa, planeando lo que sigue en este sábado en que aún es temprano? ¿Estarán buscando el sonido de la banda que se oye en los discos, donde suena más melódica, menos agresiva? ¿O sencillamente no quedará bien para esta fauna urbana la manifestación de las emociones? Como diría un niño: "No la voy con hacer el ridículo en público".

Yo pienso en Londres, en el 77. Me hubiera encantado ser adolescente o joven en aquel momento histórico. Ver a los Pistols, los Clash, a Siouxsie, X-Sperms y tantos otros. Quedarme unos meses más para ver el nacimiento de Police, The Cure, o U2. Pero eso es imposible, claro. O no. Ese espíritu libre, poderoso, revolucionario, germinal, está en esta banda. En la banda de Rosario Bléfari. Lo veo, lo siento, me emociono. Ella baja del escenario buscando feedback, porque seguramente sienten esa cierta indiferencia porteña. Baila con nosotros, nos canta en la cara, se sienta en nuestras sillas. Y sonríe, siempre, y es alegría, siempre. Y baila pateando, ensaya movimientos de caderas, lo que salga en esa selva eléctrica, en esa catarata musical inagotable, que podría seguir noches enteras con la misma fuerza y solidez.

Bum, termina. Bum, bum, hace el tambor bajo. Parece que Jésica suspira: un nuevo show en su haber y ha salido indemne. Yo también sentiría que esa locomotora me arrollará en medio del escenario. Rosario baja y voy a saludarla:
- Buenísimo - balbuceo.
Ella me mira:
- ¿Sí?
Sí, Ro, Sí!


Leandro Montaña
(también autor de las fotos)

6.5.10

Rincón en Facebook





Más fotos en el perfil de Mario Tomás Veliz. Un agradecimiento por prestarme las fotos para postearlas aquí!

25.4.10

Hola mi nombre es oscar vadillo, y ar...

Ayuda a los aborígenes del Impenetrable, Chaco

Me contacté a través de Facebook con la familia Vadillo, quienes tienen un emprendimiento solidario muy importante. Pienso que podríamos brindarle un apoyo. Les pego una parte del mail que me envió Oscar Vadillo:

QUERIDOS AMIGOS: LES CUENTO QUE EL 20 DE JUNIO ESTAREMOS PARTIENDO NUEVAMENTE A LA PROVINCIA DEL CHACO, A LA REGIÓN PAMPA DEL INDIO.
PARA ESTO NECESITAMOS LA COLABORACIÓN DE USTEDES, LO POCO QUE PUEDAN ACERCAR, SERÁ MUY BIEN RECIBIDO. TODO SUMA EN ESTE PROYECTO.
ESTAMOS EN CAPITAL FEDERAL Y LA CIUDAD DE 9 DE JULIO.
PEDIMOS PRINCIPALMENTE:
_ ALIMENTOS
_ MEDICAMENTOS.
_ HERRAMIENTAS.
_ ÚTILES ESCOLARES.
_ CALZADO
_ UTENSILIOS
_ COSAS PARA SORTEAR, COMO ENTRADAS A RECITALES, TEATROS, REMERAS DE CLUBES O JUGADORES.
SALUDOS. FAMILIA VADILLO.

Hola mi nombre es Oscar Vadillo, y armé esta página, te cuento que lo nuestro es familiar, lo mío es organizar desde Capital y mi papá desde 9 de Julio. Como mucho tiempo no tengo, laburo como profesor y generalmente estoy en los colegios. Estamos pidiendo más que nada alimentos, útiles, cosas de cocina juguetes etc. Graciassss.


Y aquí les pego algunas fotos, sacadas por este grupo de gente solidaria:








Bueno, ya saben. Hay que juntar para antes del 20 de Junio. Me avisan y vamos viendo cómo lo hacemos llegar. Me mensajean por Facebook o a mi casilla leandromont@gmail.com
Saludos a todos, y gracias de antemano!
Leandro Montaña